Mi pais pasa por un momento dificil, de cambio, esta en esa tipica etapa en que todo parece una mierda.
No sirve ni la luz, ni la oscuridad. Los cambios estan buenisimos... hasta que están.
nuestra tierra mana leche, tiene grasa en las capitalesy su esqueleto institucional le duele.
Si, mi pais es adolescente.
Los adolescentes nos caracterizamos por tener personalides divididas ante diferentes situaciones, estamos en la busqueda de identidad, nuestro cuerpo esta en busca de estabilidad.
Tenemos ese afán por romper las reglas, por creernos revolucionarios, pero la mayoria de las veces la revolucion se encuentra cuando nos cortan algun vivere flores de problemas!. Y la que no podia faltar, Odiamos a quienes nos mandan. Ellos jamas sirven, y lo peor de todo, cuando nos toque estar alla, vamos a proceder casi seguro de la misma manera.
y en este mundo de problemas se sufre, hasta que un dia, se madura y uno mismo brinda solución a terribles dramones.
¿Pero a eso quien no lo conoce?. Solo nosotros, hacemos como si no lo conocieramos.
Toda esta descripcion me inspira maravillosamente a una comparacion. "Analogía de un país adolescente". Con razon nadie me lo ha nombrado antes, me daria verguenza!
pero más alla de eso... es cierto. Es un pais desorganizado, pero no. Le mana leche de la tierra.
odia a sus gobernantes pero necesita de ellos, se siente revolucionario haciendo chiquilinadas y lo mantienen los medios.
Toda la sociedad vive adolesciendo, y los adolescentes.. ¿que hacemos para que dejemos de sufrir?
.........
viernes, 12 de diciembre de 2008
phonemas 2
Soneto XXXVIII
Tu casa suena como un tren a mediodía,
zumban las avispas, cantan las cacerolas,
la cascada enumera los hechos del rocío,
tu risa desarrolla su trino de palmera.
La luz azul del muro conversa con la piedra,
llega como un pastor silbando un telegrama
y entre las dos higueras de voz verde
Homero sube con zapatos sigilosos.
Sólo aquí la ciudad no tiene voz ni llanto,
ni sin fin, ni sonatas, ni labios, ni bocina
sino un discurso de cascada y de leones,
y tú que subes, cantas, corres, caminas, bajas,
plantas, coses, cocinas, clavas, escribes, vuelves,
o te has ido y se sabe que comenzó el invierno.
Tu casa suena como un tren a mediodía,
zumban las avispas, cantan las cacerolas,
la cascada enumera los hechos del rocío,
tu risa desarrolla su trino de palmera.
La luz azul del muro conversa con la piedra,
llega como un pastor silbando un telegrama
y entre las dos higueras de voz verde
Homero sube con zapatos sigilosos.
Sólo aquí la ciudad no tiene voz ni llanto,
ni sin fin, ni sonatas, ni labios, ni bocina
sino un discurso de cascada y de leones,
y tú que subes, cantas, corres, caminas, bajas,
plantas, coses, cocinas, clavas, escribes, vuelves,
o te has ido y se sabe que comenzó el invierno.
phonemas
DEBER DEL POETA
A quien no escucha el mar en este viernes
por la mañana, a quien adentro de algo,
casa, oficina, fábrica o mujer,
o calle o mina o seco calabozo:
a éste yo acudo y sin hablar ni ver
llego y abro la puerta del encierro
y un sin fin se oye vago en la insistencia,
un largo trueno roto se encadena
al peso del planeta y de la espuma,
surgen los ríos roncos del océano,
vibra veloz en su rosal la estrella
y el mar palpita, muere y continúa.
Así por el destino conducido debo sin tregua oír y conservarel lamento marino en mi conciencia,debo sentir el golpe de agua dura
y recogerlo en una taza eterna
para que donde esté el encarcelado,
donde sufra el castigo del otoño
yo esté presente con una ola errante,
yo circule a través de las ventanas
y al oírme levante la mirada
diciendo: cómo me acercaré al océano?
Y yo transmitiré sin decir nada
los ecos estrellados de la ola,
un quebranto de espuma y arenales,
un susurro de sal que se retira,
el grito gris del ave de la costa.
Y así, por mí, la libertad y el mar responderán al corazón oscuro.
A quien no escucha el mar en este viernes
por la mañana, a quien adentro de algo,
casa, oficina, fábrica o mujer,
o calle o mina o seco calabozo:
a éste yo acudo y sin hablar ni ver
llego y abro la puerta del encierro
y un sin fin se oye vago en la insistencia,
un largo trueno roto se encadena
al peso del planeta y de la espuma,
surgen los ríos roncos del océano,
vibra veloz en su rosal la estrella
y el mar palpita, muere y continúa.
Así por el destino conducido debo sin tregua oír y conservarel lamento marino en mi conciencia,debo sentir el golpe de agua dura
y recogerlo en una taza eterna
para que donde esté el encarcelado,
donde sufra el castigo del otoño
yo esté presente con una ola errante,
yo circule a través de las ventanas
y al oírme levante la mirada
diciendo: cómo me acercaré al océano?
Y yo transmitiré sin decir nada
los ecos estrellados de la ola,
un quebranto de espuma y arenales,
un susurro de sal que se retira,
el grito gris del ave de la costa.
Y así, por mí, la libertad y el mar responderán al corazón oscuro.
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